miércoles, 12 de diciembre de 2018

El cuento de las 9 vacas


Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, y andaban todo el tiempo juntos. Así que, esperaban la llegada a cada puerto para bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse.
Un día llegan a una isla perdida en el Pacífico, desembarcan y se van al pueblo para aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra.
En el camino se cruzan con una mujer que está arrodillada en un pequeño río lavando ropa.
Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiere conocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esa mujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el pueblo seguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas.
Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza a hablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres.
Cómo se llama, qué es lo que hace, cuantos años tiene, si puede acompañarlo a caminar por la isla.
La mujer escucha cada pregunta sin responder ni dejar de lavar la ropa, hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar le impiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención de casarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que es el jefe o patriarca del pueblo.
El hombre la mira y le dice: “Está bien. Llévame ante tu padre. Quiero casarme contigo”.
El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma, un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice: “¿Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo. ¿Para qué tomarse tanto trabajo?”.
El hombre le responde: “No es una broma. Me quiero casar con ella. Quiero ver a su padre para pedir su mano”.
Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo:
“¿Tu estás loco?”, “¿Qué le viste?”, “¿Qué te pasó?”, “¿Seguro que no tomaste nada?” y cosas por el estilo.
Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hasta el encuentro con el patriarca de la aldea.
El hombre le explica que habían llegado recién a esa isla, y que le venía a manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de la tribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costumbre era pagar una dote por la mujer que se elegía para casarse.
Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía según las bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes se debía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eran excelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía el valor de la dote al tener menos virtudes.
El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a una que vio lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por no ser tan agraciada, le podría costar 3 vacas.
“Está bien” respondió el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: “Ud. no entiende. La mujer que eligió cuesta tres vacas, mis otras hijas, más jóvenes, cuestan nueve vacas”.
“Entiendo muy bien”, respondió nuevamente el hombre, “me quedo con la mujer que elegí y pago por ella nueve vacas”.
Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que siempre aparece un loco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, que iba a realizarse lo antes posible.

El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecido de repente, que se había enfermado, que se había contagiado de una rara fiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba a terminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaría en una perdida islita del Pacífico.
Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujer nativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente partió en el barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida.
El tiempo pasó, el marinero siguió recorriendo mares y puertos a bordo de los barcos cargueros más diversos y siempre recordaba a su amigo y se preguntaba: “¿qué estaría haciendo?, ¿cómo sería su vida?, ¿viviría aún?”.

Un día, el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde años atrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, por verlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida.
Así es que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminar apurado hacia el pueblo.
“¿Dónde estaría su amigo?, ¿Seguiría en la isla?, ¿Se habría acostumbrado a esa vida o tal vez se habría ido en otro barco?”

De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminando por la playa, en un espectáculo magnífico.
Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima.
Todos cantaban hermosas canciones y obsequiaban flores a la mujer y esta los retribuía con pétalos y guirnaldas.
El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo se perdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo.
Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dos buenos amigos que no se ven durante mucho tiempo.
El marinero no paraba de preguntar: “¿Y cómo te fue?, ¿Te acostumbraste a vivir aquí?, ¿Te gusta esta vida?, ¿No quieres volver?”
Finalmente se anima a preguntarle: “¿Y como está tu esposa?”
Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: “Muy bien, espléndida. Es más, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playa que festejaba su cumpleaños”.
El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que años atrás encontraron lavando ropa, preguntó: “¿Entonces, te separaste? No es la misma mujer que yo conocí, ¿no es cierto?”.
“Si” dijo su amigo, “es la misma mujer que encontramos lavando ropa hace años atrás”.
“Pero, es muchísimo más hermosa, femenina y agradable, ¿cómo puede ser?”, preguntó el marinero.
“Muy sencillo” respondió su amigo. “Me pidieron de dote 3 vacas por ella, y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella 9 vacas, la traté y consideré siempre como una mujer de 9 vacas. La amé como a una mujer de 9 vacas. Y ella se transformó en una mujer de 9 vacas”.

Cuando alguien nos valora y nos estimula, con sinceridad y amor, obramos cambios impensados...
Nunca le entregues el poder a otro de decirte cuánto vales.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Diez razones para ser Coach


1.- Las organizaciones están cambiando y progresivamente van entendiendo que su principal activo son las personas. El Coaching ayuda a desarrollar este activo.

2.- El Coaching es una herramienta enfocada en la persona, pero que puede aplicarse para la obtención de resultados y objetivos definidos por la organización para sus integrantes de forma rápida y efectiva.

3.- La formación por si sola no es garantía de cambio. Habitualmente tras la formación, el sujeto de la misma regresa al mismo ambiente con las mismas personas y tiende a hacer las cosas como siempre. El Coaching permite impulsar y conducir ese cambio y lograr la aplicación efectiva de lo aprendido.

4.- No solo las grandes empresas precisan de Coaching. Precisamente las PYMES, 95% del tejido industrial de este país, son las empresas que más rápida y efectivamente pueden notar la aplicación de programas de Coaching.

5.- La situación económica e incluso ética exige un cambio para sobrevivir. Coaching es hacer cambios por definición y los coaches deberían ser los guías que evitaran que las organizaciones y las personas de esta sociedad se perdieran en este camino.

6.- El coach puede hacer un servicio inestimable a la sociedad como facilitador de los cambios que ésta necesita en sus individuos para evolucionar y crecer. Solo creciendo persona a persona una sociedad crece y esa es la garantía de supervivencia.

7.- El Coaching es liberador para quien lo recibe y quien lo hace. Exige cambios personales, flexibilidad, apertura y trabajo, bajo el prisma de la toma de decisiones propias y personales, sin influencias de nadie. Es libertad y, por tanto, gratificante en su ejecución.

8.- El coach toma responsabilidades, se compromete y mantiene unos elevados estándares de ética y profesionalidad y confidencialidad en su trabajo, siendo un profesional respetado y valorado muy positivamente por las organizaciones y reconocido económicamente por ello.

9.- El coach ayuda, devuelve la esperanza y el punto de vista salvador y sanador que permanecía oculto. Devuelve oportunidades donde parecía que no había y eso solo debería de bastar para personas y organizaciones.

10.- Por último, y no menos importante, el Coaching es aprendizaje diario, genera confianza en uno mismo y en las personas en cuanto a tener la mente permanentemente abierta para aprender desde la humildad del que reconoce que su realidad no es la única, potencia las relaciones humanas y así contribuye a la disminución de conflictos.

En todos los sentidos, el Coaching ayuda a hacer "mejores personas". Así de enriquecedor y potente es el Coaching. Ahora quizá puedas verlo con un punto de vista diferente. Tienes nuestro apoyo y ayuda en tu camino si lo decides emprender. Solo te pedimos que seas consecuente y actúes correctamente. Es la hora de separar el grano de la paja y tu puedes ser protagonista.
                                                                   

sábado, 10 de noviembre de 2018

Crees que no puedes?

 
La clase de arte había terminado pero Pedro no se había levantado de la silla. Su hoja estaba en blanco. Tratando de motivarlo, la maestra, le preguntó si había dibujado un oso polar o una tormenta de nieve, pero Pedro no se rió.
Es que no se dibujar, dijo.
La maestra sonrió y le pidió que hiciera una mancha y viera a dónde lo llevaba.
Pedro obedeció y se la entregó a la maestra. Al verla ella le pidió que lo firmara.
A la semana siguiente cuando Pedro asistió a la clase de arte vio su cuadro colgado en la pared de atrás del escritorio de la maestra.
Era la pequeña mancha que él había pintado, sólo que ahora estaba enmarcada de una manera muy bonita.
Yo puedo hacer mejores manchas, pensó abriendo su caja de pinturas y poniéndose a trabajar.
Pedro pintó y pintó sin parar. Una mancha roja, una azul, una amarilla..
Mezcló el azul con el amarillo y descubrió que podía hacer una mancha verde. Primero eran pequeñas pero después empezó a hacer grandes.
En el show de arte de la escuela, unas semanas mas tarde, Pedro exhibió sus cuadros con orgullo.
Un muchacho estaba mirando sus obras y cuando Pedro se acercó le dijo: tú si que eres realmente un gran artista, a lo que Pedro contestó: apuesto a que tú también puedes serlo. Yo? Yo no, contestó el niño. Ni siquiera se hacer una línea recta con una regla.
Pedro sonrió, le acercó una hoja en blanco y le dijo: muéstrame!!
El chico apenas dibujo una raya. Él miró el dibujo y le dijo: Fírmalo!!!
Versión libre del cuento de Peter H Reynolds



A veces sólo se trata de empezar y ver a dónde nos lleva ese comienzo. No necesitamos saber todo ni tener disponibles todos los recursos.
Un primer paso puede ser la motivación y la luz para el segundo y así hasta el final.


martes, 30 de octubre de 2018

TOMA TRES PIEDRAS ASÍGNALE UN PROPÓSITO (OBJETIVO) Y LLÉVALAS CON VOS SIEMPRE HASTA QUE EL OBJETIVO SE CUMPLA.




Cuenta una historia que un día un joven empleado de una gran empresa pidió hablar con el dueño, el empresario, como todos nosotros siempre estaban ocupado y le faltaba el tiempo. 

Cuando este joven le dijo que solo nec
esitaba unos minutos, este interpretó que le pediría un aumento, y esto lo enojó, ¿cómo pediría un aumento si tan solo llevaba un par de años trabajando con el… así fue como le dijo, -Joven estoy muy ocupado, no tengo tiempo, ¿no ve la cantidad de cosas que tengo para hacer? A lo que el joven respondió – solo me llevará uno minutos y es importante para mí. 

A regañadientes el empresario lo citó para el cierre de la empresa, más o menos a las 6 de la tarde. Ese día como todos… el hombre termino muy tarde, casi a las 8 de la noche… al salir de su oficina vio al pequeño muchacho sentado fuera de su oficina y pensó. – Lo que me falta ahora tener que dar un aumento… El joven lo miró sonrió y dijo, solo le robare unos minutos. El empresario volvió a abrir la puerta de su oficina, dejó el sobretodo sobre un sillón y le dijo. - Tengo solo 5 minutos, así que se breve… el muchacho volvió a sonreír y dijo. - Señor quiero hacerle un regalo. - el empresario desconfió, nada es gratis en esta vida se dijo para sí mismo. - De que regalo me hablas… el joven extrajo de su bolsillo una pequeña bolsa con algo adentro y dijo. - En mi pueblo, de donde yo vengo, existe una tradición, cuando alguien es importante en nuestras vidas le regalamos una bolsa como esta con tres piedras, - el empresario seguía desconfiando – cada una tiene un significado que ya le explicaré, -Pero primero debo decirle porque lo elegí para este regalo, y porque Ud. es tan importante para mí. Cuando llegue a la ciudad no conseguía empleo, nadie confiaba en mí, esa mañana cuando entre en su fábrica, Ud. me miró, me preguntó que sabía hacer y luego de unos minutos me dio mi primer empleo… yo no lo podía creer había estado en muchos lugares, pero en todos me decían que no tenía experiencia, y UD confió en mí. El empresario se acomodó en su sillón y se relajó para seguir escuchando… el joven continuó, este empleo me permitió ayudar a mi familia económicamente, yo nunca se lo conté, pero tengo un hermano con serios problemas de salud y los gastos médicos hacían imposible que pudiéramos costearlos, pero desde que yo trabajo aquí, y UD me dio esta oportunidad estamos mucho mejor, y mi hermano menor también. Por lo tanto, UD es muy importante para mí y mi familia. El empresario a esta altura no sabía que decir… nunca nadie le había dado las gracias por un empleo, y menos podía imaginarse que era importante para una familia… pero seguía mirando la pequeña bolsa que estaba sobre la mesa…, el joven se dio cuenta y dijo. Este es el regalo que yo quiero hacerle, como le dije en mi pueblo cuando alguien es importante para nosotros le hacemos este presente, pero más se lo hacemos cuando lo vemos que está muy preocupado, o el tiempo no le alcanza, o se siente perdido con sus objetivos… esta bolsa contiene 3 piedras… y cada una tiene una finalidad… Uds. puede elegir la que quiera según sus gustos… estas piedras normalmente van con nosotros a todos lados y nos sirven para recordar por que las llevamos… una es para recordarnos quienes QUEREMOS SER… por ejemplo, a veces queremos ser buenos padres, amar a nuestros hijos, pasar tiempo con ellos, charlar… pero nuestras obligaciones o preocupaciones nos hacen olvidar esto que para nosotros es tan valioso, otras veces queremos ser buenos esposos/as y la rutina nos hace con el tiempo olvidar este objetivo tan importante que significa no dejar de amar a quien eligió compartir el resto de sus vidas con nosotros… esta primer piedra es para recordarnos cada vez que las vemos o las tocamos, quienes QUEREMOS SER… el empresario escuchaba cada vez más intrigado y no podía creer que ese pequeño muchacho a quien había dado empleo sin saber nada le estaba dando una lección de vida…, el muchacho continuó, luego tenemos las otras dos piedras, estas son para recordarnos algún objetivo que estemos persiguiendo, y en ocasiones nos desviamos de él… estas son las piedras DEL FOCO, pueden ser utilizadas para un objetivo personal, o laboral, pero en nuestro pueblo nos enseñan que no debemos perseguir más de dos objetivos juntos, los ancianos dicen… DONDE ESTÁ TU ATENCIÓN ESTÁ TU ENERGÍA, por eso nos recomiendan no perseguir más de dos… a veces nos pasa en la vida que comenzamos muchas cosas y las dejamos a medias, las piedras DEL FOCO nos recuerdan iniciar y finalizar cada proyecto que tenemos, y darnos cuenta que no podemos estar en muchas cosas juntas… se imagina una persona que persigue cien objetivos juntos? El empresario rió y dijo, -Si me imagino una persona como yo con 100 piedras en el bolsillo…. Ambos rieron, y el joven continuó… -Así es estaría llevando una carga muy pesada… no nos pasa eso en ocasiones? El empresario asintió con la cabeza. --Pero lo más importante es que cuando el objetivo que está asignado a una de las piedras se cumple, debemos regalar esa piedra a alguien que este persiguiendo algún objetivo, o se sienta perdido por no tenerlos… es decir esa piedra ya cumplió con el propósito para nosotros y es bueno que ayude a alguien más a cumplirlo…, el joven volvió a guardar las piedras en la bolsa y se la entregó al empresario… este observo la bolsa y le dio las gracias… a lo que el joven le dijo… Señor la tradición no termina ahí, tengo otra bolsa con tres piedras para darle a Ud. esta es para que Ud. se la entregue a alguien que crea importante en su vida y necesite recordarse QUIEN ES, y en qué HACER FOCO, por lo tanto aquí tiene Ud. su segunda bolsa, el joven se levantó estrecho la mano de su jefe y se fue…


De camino a su casa el empresario no dejaba de pensar en la historia que aquel joven le había contado como también en la enseñanza de vida aprendida… al llegar a su casa no lo dudo ni un momento, saludo a su esposa y preguntó dónde estaba su hijo, un adolescente de unos 16 años. - su mujer le respondió – Está en su cuarto como siempre… escuchando música y tirado en la cama…  el empresario subió las escaleras y golpeo la puerta… Desde adentro una voz apagada respondió… -SIIIII, -Puedo pasar, pregunto el empresario.- -COMO QUIERAS SE ESCUHO DESDE ADENTRO, abrió la puerta y entro… su hijo estaba recostado en su cama, con auriculares puestos y leyendo una revista, el cuarto estaba oscuro, las ventanas cerradas… 
Leonel, necesito decirte algo, dijo el empresario, -QUE PASA, sin ganas respondió su hijo DE MALA MANERA, y el empresario comenzó a contar lo que le había sucedido en el trabajo con su joven empleado, le nosotros su bolsa y sus piedras, y al terminar le dijo. –Hijo quiero regalarte esta segunda bolsa a vos… sé que a veces discutimos y que no nos ponemos de acuerdo en algunas cosas… pero para mí ERES MUY IMPORTANTE EN MI VIDA, se también que no te lo digo con frecuencia, pero es la verdad… el muchacho lo miro, lo abrazo y rompió en llantos mientras se fundía en un abrazo con su padre, el empresario no podía entender porque su hijo lloraba desconsoladamente, cuando logro calmarlo le pregunto porque estaba así y su hijo le pidió que abriera la mesa de luz de su cuarto, al abrir el cajón vio un arma y un sobre, no entendía nada, su hijo lo miro y le dijo. –Papá había pensado en quitarme la vida esta noche, sentía que nadie me entendía y que no era IMPORTANTE PARA NADIE, también estaba muy confundido con muchas cosas para hacer y no podía concentrarme en ninguna de ellas, hoy sé que soy importante para vos y voy a asignar a cada piedra un objetivo… GRACIAS… y ambos se fundieron en un gran abrazo…

Las piedras serán un anclaje, elije las tres que más te gusten, deben hacer ruido en tu bolsillo, deben acompañarte todo el día, y debes dejarlas en un lugar visible cuando llegues a casa.
Tus objetivos no se cumplirán por arte de magia, tus objetivos deben ser recordados todos los días, y cuando los cumplas, solo dale las gracias a esa roca que te ha acompañado a alcanzarlos.

MCOP José Luis López.

lunes, 22 de octubre de 2018

¿Cómo hago para poder soltar?


Hoy una persona me pidió si podía enseñarle a soltar…
Para poder soltar debemos primero tener la capacidad de perdonar y perdonarte. Soltar es dejar ir, es entender que lo sucedido es un aprendizaje, mientras no podamos verlo así lo seguiremos sosteniendo.
El segundo paso para soltar es poder entender que lo sucedido es parte de los aprendizajes de la vida. 
Algunos de estos aprendizajes los hemos generado nosotros con nuestras elecciones, y debemos tener en cuenta que cuando lo elegimos pensamos que era una buena opción… y aquí me gustaría traer una frase popular, de los errores se aprende… y si se aprende, ¿por qué nos castigamos tanto cuando los cometemos?
Lo tercero a realizar para soltar es perdonar, o perdonarnos. Perdonar a otro no lo libera de las responsabilidades de lo que hizo, perdonar nos libera a nosotros de las cadenas que nos atan a estas personas. Hace muchos años una pareja que tuve me fue infiel, al comprobarlo, se avergonzó, me pidió que por favor la perdonará, y lo hice, cuando le dije te perdono, se alegró y me dijo que había pensado que la pareja se había perdido, que ya no estaríamos juntos… y mi respuesta fue, te perdono, pero no te vuelvo a elegir como pareja… me miró sin poder entender, y me contesto, que entonces no era un perdón… la mire y le dije que por favor me escuchara, que perdonarla no significaba seguir en la relación, perdonarla era aprender y entender que no compartíamos los valores como pareja… en realidad los míos… perdonarla me liberaba de mi enojo, y me permitía seguir sin resentimientos. La salude y nunca más volvimos a vernos.
Soltar nos permite caminar más livianos, nos dejará construir futuro, sin soltar solo arrastraremos nuestro pasado, y nuestro pasado es aprendizaje.
Lo que nos sucedió, fue, en la mayoría de los casos, el efecto de nuestras decisiones, decisiones que tomamos siendo quienes éramos en ese momento, y amigos, en ese momento hicimos lo que hicimos en nuestra mejor versión.
Aprendamos de nuestros errores, no le demos el poder a nadie a seguir influyendo en nuestras vidas y futuro, hagamos un aprendizaje de lo sucedido, y caminemos mucho más ligeros… obviamente SOLTANDO…
MCOP José Luis López
PP

miércoles, 17 de octubre de 2018

EL SIGNIFICADO DEL DESORDEN.


¿Sabías que el acumulamiento de cosas en el hogar y el desorden están relacionados a diferentes clases de miedos?

Como miedo al cambio, miedo a ser olvidado o a olvidar, miedo a la carencia y simbolizan además confusión, falta de enfoque, caos , inestabilidad y puede significar incertidumbre acerca de tus metas, tu identidad o lo que quieres de la vida. Además, el lugar de la casa en el que el desorden o el acumulamiento se encuentran refleja que área es problemática en tu vida. Por ejemplo, se dice que el clóset, o vestidor, refleja cómo te encuentras emocionalmente y que una vez lo organices tus conflictos internos se calmarán, o que una sobrecama desteñida significa que tu vida amorosa ha perdido brillo también.
¿Has conservado objetos rotos o dañados por largo tiempo pensando en repararlos algun día? Simbolizan promesas y sueños rotos y si se trata de electrodomésticos, electrónicos muebles o vajilla y los tienes, por ejemplo, en la cocina o baño significan problemas de salud y riqueza.
Si el desorden lo tienes en tu cuarto significa que eres una persona que deja las cosas inconclusas y que tienes dificultad para tener una pareja o trabajo estable.
Los cuartos de niños normalmente están desordenados porque aún no han pasado por el proceso de saber qué quieren en la vida, pero hay estudios que muestran que los niños que mantienen sus cuartos organizados tienden a ser mejores en la escuela.

❍ Diferentes clases de acumulamiento
• Acumulamiento nuevo: Este acumulamiento indica que estás tratando de hacer demasiadas cosas a a la vez y que no te estás enfocando en lo que debes hacer y que has perdido la dirección..
• Acumulamiento antiguo: Me refiero a objetos que no usaste en un largo tiempo y que están apilados en el ático, garage, armarios… Papeles de trabajo viejos y documentos en tu computador que ya no usas, revistas de hace más de 6 meses o ropa que no te has puesto en más de un año. Esto es reflejo de que estás viviendo en el pasado y estás dejando que tus viejas ideas y emociones se apoderen de tu presente y esto a la vez evita que nuevas oportunidades y personas entren en tu vida.


❍ 10 cosas que puedes hacer hoy mismo para controlar el desorden:
• Deshazte de lo más grande primero: la bicicileta de hacer ejercicios que ya no usas o el oso gigante de peluche que conservas desde la época de colegio.
• Devuelve las cosas que te hayan prestado, cds, libros, ropa, herramientas.
• Recoge lo que este en el suelo y colócalo en un canasto o bolsa hasta que puedas tomarte el tiempo de ponerlo en su sitio.
• Recoje revistas, catálogos y periódicos en una bolsa o canasto.
• Saca del armario 10 prendas que no hayas usado en el ultimo año y dónalas.
• Limpia las ventanas, es una manera figurativa y literal de dejar entrar la luz a tu vida.
• Vacía los cestos de basura, baños, cocina, oficina; representan cosas que ya no necesitamos o queremos en nuestras vidas.
• Sacar de los cajones de tu armario las medias sueltas que han perdido su compañera, puedes usarlas para limpiar muebles.
• Despeja el escritorio, archiva papeles que ya no uses, revisa y organiza el correo recibido.
• Deshazte de lapiceras y marcadores que no funcionen.

❍ El Significado del Desorden en Nuestro Hogar 

Los seres humanos emitimos mensajes y señales de acuerdo con el acomodo de nuestros objetos personales, incluso en nuestros cajones. La acumulación de objetos es una forma de emitir señales; demasiados objetos emiten la señal de saturación de ideas, proyectos y planes totalmente confusos, muy poco estructurados y definidos.
El desorden altera el tao o el camino para obtener nuestras metas. Bloquea las vías de acceso de oportunidades y nos hace perder tiempo, que puede ser valiosísimo para estructurar de manera ordenada y disciplinada nuestro plan de vida.
Dependiendo del lugar donde se acumule el desorden, es el mensaje o señal que se está emitiendo:
• Si hay desorden u objetos amontonados en la entrada de la casa, se interpreta como miedo a relacionarse con otras personas.
• Si hay desorden u objetos amontonados en el clóset, el mensaje es que no se tiene el control sobre el análisis y el manejo
de las emociones.
• Si hay desorden u objetos amontonados en la cocina, el mensaje o señal es de resentimiento o de fragilidad sentimental.
• Si hay desorden en el escritorio o área de trabajo, el mensaje es de frustración, miedo y necesidad de controlar las situaciones.
• Si hay desorden detrás de las puertas, el mensaje es de miedo a no ser aceptado por los demás, sensación de sentirse vigilado constantemente.
• Si hay desorden debajo de los muebles, el mensaje es que se le da demasiada importancia a las apariencias.
• Si hay desorden u objetos acumulados en el garaje, el mensaje es de temor y falta de habilidad para actualizarse.
• Si hay desorden y objetos amontonados por toda la casa, el mensaje es de coraje, enojo, desidia y apatía hacia todos los aspectos de la vida.
• Si hay desorden u objetos acumulados en pasillos, el mensaje es de conflictos para comunicarse, miedo a decir y manifestar lo que se desea en la vida.
• Si hay desorden u objetos acumulados en la sala, el mensaje es de temor al rechazo social.
• Si hay desorden en el comedor, el mensaje es de miedo a no dar pasos firmes y sólidos, sensación de dominio por parte de la familia.

Sobre el Desorden Louise L.Hay dice:
Haga lugar para lo nuevo Sí, haga lugar para lo nuevo. Vacíe el frigorífico, tire todos esos restos envueltos en papel de aluminio. Limpie los armarios, deshágase de todo lo que haya usado en los últimos seis meses. Y si hace un año que no lo usa, decididamente eso está de más en su casa, así que véndalo, cámbielo, regálelo o quémelo.
Los armarios atestados y desordenados reflejan una mente en desorden. Mientras limpia los armarios, dígase que está limpiando sus armarios mentales. Al Universo le encantan los gestos simbólicos.

Ordenamos ya?

miércoles, 10 de octubre de 2018

Dar valor...

Dar valor…
Cuántas veces no valoramos lo que tenemos, creemos que es eterno y nunca se terminará… 
Esas personas que están, que se preocupan por las cosas que nos pasan, esos afectos que creemos que no hace falta dedicarles tiempo porque siempre serán nuestros afectos… también nos pasa de no poder darnos cuenta de lo hermosa que es la vida…

Solo por un instante te pido que pienses… qué harías si supieras que solo te queda un tiempo de vida…? en qué harías foco?, a que personas perdonarías? A cuántas les dirías te amo? Te preocuparía el tránsito? Como está el dólar? Si la temporada será buena? O mala? Entrarías en discusiones que son un desgaste de energía? Te quedarías durmiendo sabiendo que el sol está brillando allá afuera?, te preocuparía que hablen mal de ti? Importaría tanto vestirte a la moda? Seguro que a todas estas preguntas respondiste que no… que no te importaría, que te importaría SER FELIZ, disfrutar de cada momento con tus seres queridos, que mirarías más amaneceres sin importar salir de tu cama muy temprano, mirarías a tus hijos de otra manera, le prestarías atención a sus ojos, a su sonrisa, jugarías en el piso con ellos, los dejarías dormir en tu cama…
Ahora te pido, que por favor mires a tu alrededor… que des valor a esas cosas que hoy quizás no das importancia, a esos momentos que parecen que siempre estarán… y te puedo asegurar que no… que es hoy cuando tienes que darle valor, es hoy cuando tienes que dedicarle tiempo, es hoy cuando puedes darle valor… por que amig@ mío te puedo asegurar que no serán para siempre… DISFRUTA, VIVE Y VALORA… porque lamentablemente las cosas se valoran cuando se pierden…
MCOP José Luis López
PD: Sabes qué? No se necesita mucho…

jueves, 9 de agosto de 2018

¿Es posible programarnos para ser nuestra mejor versión?

Si. Sin dudar la respuesta.
Pero… ¿En qué queremos ser mejores? Y respondo en modo coach: ¿En qué aspectos de tu vida no quisieras ser tu mejor versión?
Me animo a decir, que casi nadie diría que no quiere ser su mejor versión en su vida personal, social o laboral. Aunque existen modelos que rompen la regla. Hay miles de disciplinas que pueden ayudarte a encontrarte con quien quieres ser, aunque creo firmemente que la Programación Neuro Lingüística te seduce hasta enamorarte de los resultados que se logran.
Ya sé, si empezamos por el nombre, puede ser que no sea muy seductor, pero solo llamémosla PNL.
Si le dieras la oportunidad de tener una primera cita, estoy segura que la PNL te mostraría todos sus atributos: tendrás seguro una buena primera impresión.  
Sabe muy bien cómo comunicarse, así que estoy segura que
 usará técnicas para que te sientas como si se conocieran de toda la vida. La conversación fluirá y será como una danza.
Ella es flexible, asi que seguro que se adaptará a las circunstancias sin problemas. Te contará de todos los viajes que hizo hacia el interior de las personas aunque por sobre todas las cosas respetará y comprenderá los tuyos. Después de todo, no importa tanto que camino hayan elegido sino cómo lo atraviesan.
Es probable, que la PNL ya esté pensando en la segunda cita, porque ella piensa en resultados.Tiene objetivos, persigue logros y no cree en los fracasos.
No, no es magia. Pero por momentos, te hace dudar. Pareciera que te lee la mente, que tuviera una capacidad sensorial especial. Hace que sea mágico.
Ella tiene sus creencias, al igual que todos, aunque se empeña en creer que “es posible, somos capaces y nos merecemos” lo que deseamos.
Tiene sus estrategias, sus técnicas, sus atajos para llegar a convencerte de que funciona, pero no te va a contar todas en una primera cita… Te dejará pensando, imaginando y reflexionando que tanto mejores podemos llegar ser.
Ahora, entre nosotros, en tu vida cotidiana ella puede ayudarte a tener una mirada de las circunstancias mucho más alineada con tu propósito en la vida. Puede ayudarte a entender(nos) cómo pensamos, que programas mentales nos limitan y también diseñar programas mentales que nos conecten con la excelencia. Te ayudará a comunicarte mejor, obtener resultados y que te sientas pleno de tu mejor versión. Es apta para todo público. No hay edad para ser mejores que ayer. Tampoco tiene contraindicaciones. 
¿Pensaste que la PNL puede ser la pareja perfecta para acompañarte a ser tu mejor versión en lo que te propongas?
¿Te animas a tener una primera cita?

Lic. Yamila Martorell

lunes, 25 de junio de 2018

Los 11 jugadores para ganar el mundial


Cuando los resultados no acompañan tenemos en nuestras manos la mejor oportunidad para que pase algo distinto. Pensar en resultados es un pilar fundamental de medición y de consciencia. Pero ser resultadistas sin ser flexibles probablemente nos lleve a que tarde o temprano algo se rompa.  Y no es lo mismo salir a la cancha “atando con alambre” lo que se rompió que entrenando nuestra capacidad de resiliencia de un resultado que no acompañó.

Un equipo puede ganar o perder, son resultados y está claro que todos queremos salir a ganar. Aunque no nos damos cuenta que podemos triunfar mucho antes que la pelota comience a rodar.

Los 11 jugadores de los que nadie habló y que no escuché en la lista de los 23:

1-      Trabajo en equipo: este jugador está condicionado por los otros 10. Será protagonista del partido siempre y cuando los otros estén presentes. Entender que un equipo es mucho más que cada una de las partes. Cada rol es clave para el resultado. Sacar presión a solo un jugador y que aparezca la sinergia de ser mucho más de lo que somos en soledad.
2-      Empatía: Su juego tiene que ver con entender, comprender y respetar las jugadas de los demás. Ponerse en los botines del otro.
3-      Crítica constructiva: Hablar para construir y dejar de hablar para destruir. Es fácil criticar y decir qué es lo que hay que hacer. Lo difícil es criticar para que sume y que no reste.
4-      Emociones funcionales: nuestras emociones son predisposiciones para la acción. Si salimos a jugar enojados, probablemente nuestras jugadas no sean las más limpias y no podamos mostrarnos desde nuestra mejor versión.
5-      Respeto: Aceptar que hay tantas realidad como personas existen. Podemos no compartir opiniones ni estar de acuerdo. Respetar no es que todos pensemos igual. Es comprender que otro piensa distinto.
6-      Un sistema potenciador: Nunca estamos solos. Hay un sistema que nos condiciona o nos potencia. Lo que el sistema, es decir el entorno nos muestre nos estará afectando. Rodearnos lo más posible de sistemas que nos potencien.
7-      Actitud: el ingrediente que hará la diferencia entre un equipo u otro es este jugador. La manera en nos paramos en la cancha. Sin importar tanto quien sea el rival ni que minuto del partido se esté jugando. La actitud gana por penales. Siempre.
8-      Aptitud: Saber hacer y tener las capacidades y habilidades entrenadas para poder ponerlas en acción. Siempre rodearse de los mejores.
9-      Gratitud: A este jugador no le importa mucho cuanto tiene. Este jugador está en la cancha cuando en su alma se detiene el tiempo por un segundo, respira hondo y entiende que nada mejor le puede estar pasando. Y que es vale mucho más ese instante que cualquier resultado. Este jugador ya ganó hace rato.
10-   Motivación: es el jugador que mueve a que el equipo no se quede quieto. Le da sentido y dirección a cada jugada. Tiene un propósito mucho más grande que solamente ganar.
11-   Escucha: es el jugador más silencioso. Por momentos se pierde o pasa desapercibido. A veces resuelve sólo las jugadas más críticas.

Ahora te pido que imagines que “la cancha” a la que te toca salir todos los días es tu trabajo, es tu familia, es tu comunidad, es tu ciudad, es tu equipo de ventas, es tu ONG, es tu país…

¿Y si en vez de solamente querer ganar salimos a triunfar antes de pisar la cancha?
Si no obtenés el resultado que queres, pensaste: ¿Que jugador te está faltando?

No soy una experta en futbol. Pero estoy segura que mis jugadores formarían un equipo que se levanta de cualquier circunstancia, que hace los campeonatos más livianos, qué quiere salir y ganar. Y si mi equipo pierde, es porque triunfó hace rato, porque será lo suficientemente resiliente para salir fortalecido de cualquier situación. 

Lic. Yamila Martorell

jueves, 5 de abril de 2018

SER COACH, HACER COACHING, TENER NUESTRO DÍA

6 de Abril el día del Coach
¿Quiénes estamos siendo los Coaches?

Los Coaches Ontológicos estamos siendo una comunidad de profesionales que creemos que la transformación de las personas, organizaciones y sistemas sociales está en el SER. Creemos en que las conversaciones que estamos teniendo (o no) generan la realidad que estamos viviendo y que las emociones y nuestras disposiciones corporales determinan nuestro accionar y como consecuencia los resultados que obtenemos.
Estamos siendo profesionales que ven posibilidades más allá de las circunstancias. Estamos siendo un medio para asistir a una empresa, una organización, grupo o persona a que se encuentre con quien desea ser.
Hoy los coaches estamos siendo quienes queremos estar siendo, con un montón de estados deseados por alcanzar.
Ser coach es vivir en un estado de gratitud permanente teniendo la suficiente humildad para reconocer y aceptar nuestra propia vulnerabilidad. Ser coach está muy lejos de ser un superhéroe con capa y espada que quiere salvar la humanidad. Ser coach es anhelar que tu cliente se transforme en su propio héroe y que elija como transitar.
¿Qué hacemos cuando hacemos Coaching Ontológico Profesional?

Cuando hacemos coaching ontológico profesional estamos utilizando preguntas para despertar aquellas respuestas que hoy el cliente no está viendo. Hacer coaching es encontrarte con el otro para que el otro brille y despliegue todo su potencial para llegar al estado deseado que se proponga. Hacer coaching es salir de la crítica de la opinión para respetar al otro como un legítimo otro. Hacer coaching es acompañar procesos de transformación personales, empresariales, organizacionales. Hacer coaching es diseñar futuro con todo lo que hoy estas siendo.
¿Qué celebramos para tener nuestro día?

Celebramos, hoy, ser una profesión en expansión. Una profesión que trabaja en comunidad para servir a la comunidad. Celebramos y reconocemos avanzar y progresar para seguir creciendo en nuestro ser y hacer.
A quienes son coaches: ejerzan la profesión con pasión.
Sean éticos, siempre. Nosotros construimos nuestra identidad. Sean eternos aprendices, es la clave de la grandeza y la humildad. Hagan servicio es gratificante dar a quienes menos acceso tienen.
A los futuros coaches: busquen primero su propia transformación personal, recuerden que no podemos dar lo que no tenemos. Vivan sus procesos de formación con alegría y responsabilidad.
A los clientes o coachees: gracias por elegirnos y darnos la oportunidad de mostrarles que son ustedes quienes tienen las respuestas.

El mundo necesita más coaches.
Lic. Yamila Martorell
Coach Ontológico Profesional
Master Trainer en PNL
Directora Delegación Mar y Sierra AACOP

miércoles, 28 de marzo de 2018

¿Es tan malo ser más egoísta?

Desde pequeños nos enseñan la importancia de "dar", “ayudar”…, en el amplio sentido de cada una de las palabras) a otras personas. Nos educan para ser aceptados en la sociedad, y por esa aceptación en muchas ocasiones las personas pueden llegar a olvidar sus propios intereses y preferencias.
Realmente para mi es grandioso el sentimiento de dar, ayudar, acompañar..., pero llevado al extremo…
¿Alguna vez has pensado que significa realmente ser egoísta? Pensar en uno mismo, anteponer nuestros deseos al de los otros...
¿Esto es en verdad tan malo? Depende…, como casi siempre en esta vida, depende de la medida.
¿Y cual es la “justa medida"? Cada uno tenemos un medidor distinto. Si únicamente pensamos sólo en nosotros, a la larga nos será malo, y si somos extremadamente serviciales también. Los extremos pueden llegar a ser malos.
Muchísimas personas anteponen los intereses de otras a las suyas propias. Si esto es decidido voluntariamente es fantástico, porque están alimentando y nutriendo la necesidad de autorrealización que comenta Maslow. No necesitan más, sólo dar, servir, (lo que hayan decidido).... Pero cuando las personas viven, o están viviendo parte de sus vidas condicionadas y/o bajo el capricho de otras, o motivadas por el sentimiento de culpa, o por el miedo a perder un trabajo, una amistad, un amor, o por la necesidad de ser aceptadas, o por tener en ese momento una baja autoestima, o porque creen que tienen un deber/obligación…, (pueden existir muchos motivos conscientes o inconscientes), sus necesidades, sus intereses, sus deseos, sueños… pasan completamente a un segundo plano.
Estas personas, por lo general, tienen un buen concepto de sí mismas. Son amables, de fácil trato, pero cuentan con el problema de no saber poner freno a las “exigencias” externas, llegando incluso a sentirse frustradas.
¿Te has dado cuenta de lo agotador que es intentar complacer a todo el mundo, todo el tiempo, cuando todos desean, solicitan, exigen, demandan...cosas diferentes? Prácticamente es imposible. Totalmente nos deriva a un estado destructor hacia con nosotros mismos.
No importa cuánto nos podamos esforzar, que tan maravillosos/as, cariñosos/as, atentos/as, inteligentes, competentes… seamos, puede haber alguien que tenga otra perspectiva de la situación distinta a la nuestra. Esto nos puede producir sentimientos tan diversos (según cómo nos encontremos y cuanto nos conozcamos emocionalmente) como: sentirnos amenazados, tristes, con enfado o rabia, con angustia, frustración… Al final nuestra felicidad puede llegar a depender en un alto porcentaje de los demás de manera directa.
No podemos (ni debemos) controlar todo lo que acontece a nuestro alrededor. Es muy difícil, por no decir imposible. Por tanto, no podemos prestar atención a todo lo que piensan, sienten, dicen y hacen otras personas. Aun no hemos llegado a tener poderes y no somos superpersonas. Cuando realmente aprendamos a dejar de tener en cuenta los comentarios y/o comportamientos negativos de los demás, empezaremos a dejar salir nuestra esencia y seremos más felices.
Para nada estoy comentando que debemos empezar a ser personas frías y no empáticas. Debemos tener en cuenta la situación (pros-contras), a la/s persona/s…, para decidir qué acción realizar. Cómo decía uno de mis “maestros” en Coaching, la mejor manera de dar y ayudar a otra persona, es cuando nosotros estamos “fuertes” (emocionalmente, psicológicamente, anímicamente, físicamente…): “Cuídate primero a ti para poder cuidar a los demás”.
Y creo (y es mi creencia simplemente basada en mi experiencia) que cuanto mejor estemos, más podemos dar, y mejor podemos ver las cosas (diferentes perspectivas no condicionadas).
Si estamos en un estado emocional triste, dicho estado lo terminamos transmitiendo, y si nos forzamos a mostrarnos de otra manera, estaremos mostrando una máscara de nuestro ser. No somos realmente nosotros y eso no es lo que deberíamos "dar" a los demás. No se lo merecen (pero como he comentado...es sólo mi opinión).
Josef Kirschner en su libro, El arte de ser Egoista, expone que es importante ser egoista para poder marcarnos límites y así poder vivir plenamente.
Para mi el egoísmo que debemos aprender y nos debemos permitir, es aquel que nos hace decidir qué es lo que queremos en la vida; es vivir nuestros sueños sin que nos haga daño, ni avasallando a los demás; es proclamar nuestro deseo de ser feliz siendo asertivos; es ser libres; es ser honesto con uno mismo, es la oportunidad de ser fuerte, de convertirnos en personas seguras; es conocernos bien y sentirnos "fuertes" rebosándonos energía para dársela a los demás.
"Mirar más a menudo por uno mismo nos llenará el corazón y nos hará ser y estar más felices"
Pasos para ser (mas) egoístas
1. Descubrir lo que es egoísmo. El egoísmo no es usar a otras personas, o hacer que te sirvan, o apartarte de los demás. El objetivo principal del egoísmo son tus propias metas. El egoísmo no tiene nada que ver con otras personas (una persona egoísta que lastima a los demás es una contradicción del concepto). Una persona egoísta se ocupa de sí mismo, y no tiene necesidad de herir a otros. Para entender mejor el concepto de egoísmo puedes leer a Ayn Rand.
2. Saber quienes somos. Para ello debemos reconocer lo que sí y no nos gusta; cuales son nuestros verdaderos valores (no lo que nos han hecho creer); reconocer qué es lo que queremos, lo que somos capaces de hacer, lo que no...
3. Reafirmar nuestra personalidad. Es primordial reconocer que uno mismo es importante, que lo que pensamos y sentimos también lo es. Reconocer nuestras necesidades y concederles la debida relevancia para poner los medios necesarios para cubrirlas y satisfacerlas.
4. Descubrir lo que nos hace feliz. Es la clave para ser egoísta. Hacer lo que amamos, valorar lo que tenemos, ser felices. Cuando descubramos qué es lo que nos hace feliz, camina para alcanzarlo (asertivamente).
5. Dejar de sacrificarnos. No debemos sacrificarnos a menos que sea por algo, o alguien, que nos haga felices (depende de la “medida” que hayamos determinado). Si nos sacrificamos entonces estaremos perdiendo algo que valoramos, y nos hace o puede hacernos felices.
6. Superar los sentimientos de miedoo culpa por no cumplir siempre las expectativas hacia con otras personas. Debemos comenzar a valorar (en su justa medida: recuerda averiguar cual es tu medida) la importancia que la opinión que los demás tienen sobre nosotros.
7. Entender los roles que juegan las otras personas. No caigamos en la trampa (emocional creada por ciertos aprendizajes) de que tenemos que solucionar la vida de los otros antes que la nuestra. "Primero debemos “arreglarnos” a nosotros antes de intentar solucionar las cosas a los demás".
Puede que esta perspectiva que te estoy exponiendo te sea chocante (para mi lo fue mucho) y no estés del todo de acuerdo. Te entiendo perfectamente. Uno de mis principios era el ser servicial (ayudar a los demás antes que a mi). Hasta tal punto llevaba a la práctica este valor, que terminó constándome mi integridad física y me sobrevino una enfermedad (llevar las cosas a un extremo). Ahí me di cuenta de que si yo no miraba primero por mi (en todos los sentidos: emocional, psicológico, físico...) ¿que le podía dar a los demás? Y tuve que volver a aprender a cuidarme y dejarme cuidar.
¿Estas haciendo lo que quieres realmente hacer o lo que crees que es mejor hacer?

viernes, 9 de febrero de 2018

El coaching ontológico está enfocado en cambiar cómo se miran las cosas

De los creadores el Coaching Ontológico Profesional Mirar con otros ojos La primera de dos notas con dos referentes del coaching... en esta ocasión Julio Olalla.
Nota a cargo de  Sofía Aldea y producción Álvaro Renner. (2012)
Lleva más de 30 años dedicado a enseñar y ayudar a la gente a sentirse satisfecha con sus vidas. Padre del coaching ontológico y uno de los referentes mundiales de esta práctica, Julio Olalla ha aprendido, en carne propia, que parte de la clave está en mirar las cosas desde otra perspectiva. “Si no cambia el observador es imposible cambiar lo que hacemos”, asegura.
Julio Olalla especializado en entrenar a organizaciones y personas para que mejoren sus competencias y se sientan satisfechos con su vida personal y laboral. Su receta: “crear un espacio relacional en el que la persona pueda observarse observando al mundo y darse cuenta de que su vida está condenada a ser lo mismo a menos de que el observador cambie”, dice. “La tendencia es creer que las cosas cambian si se actúa distinto, pero no va a pasar nada si se sigue mirando el mundo de la misma manera.

El coaching ontológico está enfocado en eso, en cambiar cómo se miran las cosas, lo que te permite hacer, actuar y vivir de otra manera”. En 30 años, Olalla ha creado un imperio en torno a la enseñanza de este pensamiento: Newfield Network está presente con oficinas propias en Chile, Estados Unidos, Perú, Ecuador y Holanda y cuenta con asociaciones en Colombia, Argentina, Singapur e Inglaterra. Ha escrito dos libros: Del conocimiento a la sabiduría y El ritual del coaching, ambos traducidos al inglés, y hace doce años creó un programa de formación y certificación de coaches, del que anualmente se gradúan 550 personas en todo el mundo.

Dejar de lado el resentimiento y comenzar a ver las cosas con otra mirada:
Esa fue la decisión que Julio Olalla tomó hace más de 25 años y le cambió la vida. Era 1978 y después de una larga tarde de conversaciones junto a otros chilenos exiliados como él, fue a dar un paseo por el muelle Pier 33 en San Francisco. Mirando la cárcel de Alcatraz, y abrumado por el tono de las conversaciones con sus coterráneos que seguían pegados en el pasado, se dio cuenta de que no quería seguir viviendo así. “El resentimiento es una promesa de revancha, y yo no podía vivir mi vida prometiéndole revancha a nadie. Fue un acto consciente, muy claro de decir ‘aquí termina esta historia y comienzo a vivir completamente en paz’”, recuerda. Hacía cinco años que había dejado Chile por decisión propia ya que sentía que su situación política –trabajaba en la Corporación de la Reforma Agraria, institución encargada de expropiar terrenos durante el gobierno de Salvador Allende–, lo ponía en riesgo. Primero voló rumbo a Argentina –donde tuvo que dejar de lado su profesión de abogado y trabajar como comerciante– y luego a EE.UU.  El primer tiempo en San Francisco fue muy difícil, tuvo que aprender un idioma que desconocía y trabajar en lo que fuera para poder pagar las cuentas y comer. Pero también fue ahí donde conoció y compartió ideas con algunos de los que llama sus maestros: el ingeniero y político Fernando Flores, quien en ese minuto cursaba su doctorado en Lenguaje en la Universidad de Berkeley, y el filósofo y biólogo Humberto Maturana, cimentando los principios de su trabajo como coach.

“Los indígenas en Ecuador me hicieron esta observación: ‘a nosotros lo que nos interesa es la buena vida, pero ustedes viven todo el día buscando una vida mejor, por lo tanto sienten que la que tienen es siempre menos de la que podrían tener’. Eso hace que vivamos angustiados e insatisfechos”.
Preocupado actualmente por buscar los pilares de una vida más feliz, este año Julio Olalla se ha enfocado en conocer los ideales y formas de vida de comunidades originarias de Latinoamérica y vivirlas en carne propia. Pasó dos semanas junto a su mujer y a su hijo menor con miembros del pueblo Shuar en la selva ecuatoriana, luego otra semana con la comunidad quichua en el norte de Ecuador y, en su reciente visita a Chile en diciembre de este año, viajó a Temuco para reunirse con los principales líderes mapuches. “Participamos en sus ceremonias, comimos con ellos, y compartimos la vida diaria. Ir a caminar por la selva, los bosques o los cerros y que me cuenten lo que ellos ven y yo era incapaz de percibir, fue un regalo. Donde yo veía árboles, ellos ven mundos, relaciones, estaciones, lugares sagrados. Estoy convencido de que parte de la deuda de América Latina para poder sanar el alma latinoamericana es que nos escuchemos con las culturas nativas, cosa que no hemos hecho nunca”, asegura.

 ¿Tu historia personal fue en parte la que te abrió al nuevo tipo de pensamiento que enseñas?
Sí, haber tenido una historia de exilio fue el puntapié inicial para tener una reflexión respecto del mundo. Mi padre fue también exiliado de la Guerra Civil española. Y cuando me pasó a mí, se me generó un espacio de reflexión. ¿Por qué razón a mi padre, a quien considero que fue un hombre muy bueno; y a mí, que me considero ser una buena persona también, nos tocó ser inadmisibles en ciertos lugares? ¿En qué consiste ese fenómeno? Y descubrí algo que para mí ha sido central: y es que yo, como la mayoría, miraba el mundo y estimaba que todo el que lo miraba veía lo mismo. Pero no. Después de los estudios de filosofía y los primeros acercamientos al trabajo en torno al coaching ontológico descubrí cuán distinto es el mundo para cada individuo, para cada cultura, para cada era. Y ese descubrimiento, de poder observar observando y observarme observando, me iluminó muchas cosas. Para mí fue una escuela, muy dura, pero una muy buena escuela, el proceso de haberme ido a Argentina y llegar allá sin saber qué hacer, sin tener idea y después tener que partir de nuevo a EE.UU. Yo no sería capaz de hacer lo que hago si no hubiera pasado por todas esas cosas.

 ¿Cuáles fueron tus conclusiones respecto a tu reflexión en torno a ser exiliado? 
Que los seres humanos todavía no aceptamos honesta y finalmente que otro ser humano viva y mire el mundo desde una perspectiva distinta. Nosotros tenemos una manera de desprendernos de eso que es muy fácil: si tú no opinas como yo y no miras el mundo como yo, estás equivocado. Pero es cuando admitimos que somos observadores legítimos cuando el fenómeno de conversar se hace riquísimo. La palabra conversar me encanta porque viene del latín cambiando juntos, y en el fondo es el acto donde tú prestas tus ojos, y otros te prestan los suyos para ver el mundo de manera diferente. Y esa ha sido mi temática en general: cómo nosotros, al poder mirar cómo miramos adquirimos una libertad y un respeto que no es una norma ética, es una deriva natural. Si te comprendo a ti como una observadora distinta, éticamente me veo en la obligación de respetarte.

El coaching busca lograr que la gente encuentre la felicidad. ¿Tú te sientes una persona feliz? 
Sí, pero que me sienta feliz no significa que no tenga grandes tristezas en mi vida. No quiero que se entienda la felicidad como ausencia de tristeza o de dolores, ya que hay cosas que me duelen mucho y hay momentos en los que me agobio. Cosas como las masacres que han ocurrido en EE.UU. hacen que me duela profundamente el alma, como también me duele cuando escucho que en Chile hay una red grande de prostitución infantil donde están metidos seres, entre comillas, muy respetables. Soy feliz en el sentido que estoy haciendo algo que amo y estoy rodeado de gente que me quiere. La felicidad tiene que ver con el servir, con que la vida tenga sentido y no debe ser confundida con un mundo ideal donde no hay tristeza.

¿Cuál es la búsqueda más recurrente de la gente cuando llega al coaching?
Ha variado. Cuando empecé hace más de 20 años la gran cuestión era ser efectivo. Ahora la gente viene porque quiere vivir una buena vida. Se está produciendo un cambio, no detectado en los gobiernos. Por ejemplo, en mi última conferencia un hombre me dijo: “tengo todo lo que me dijeron que si tenía iba a hacerme feliz: auto, casa, casa en la playa. Pero no lo soy”. Eso le está pasando a mucha gente, porque confundimos la felicidad con tener más y estamos sufriendo la desilusión de darnos cuenta de que ese no es el camino.

¿Y por dónde iría la búsqueda de felicidad?
Mi primer descubrimiento es que sin servicio no hay ni siquiera la posibilidad más mínima de una vida plena. Si en el trabajo que haces no sirves a otro, se vive el trabajo desde la amargura. Cuando lo que haces es agradecido por otro, uno se ilumina, y eso es notable. Pero el camino puede resumirse en la búsqueda de una buena vida. Los indígenas en Ecuador me hicieron esta observación: “a nosotros lo que nos interesa es la buena vida, pero ustedes viven todo el día buscando una vida mejor, por lo tanto sienten que la que tienen es siempre menor de la que podrían tener”. Eso hace que vivamos angustiados e insatisfechos. Hay que preocuparse de vivir bien, y para eso basta con ser amado, amar, comer, beber, caminar. Son cosas simplísimas.