Cuenta una historia que un día un joven empleado de una gran
empresa pidió hablar con el dueño, el empresario, como todos nosotros siempre
estaban ocupado y le faltaba el tiempo.
Cuando este joven le dijo que solo nec
esitaba unos minutos, este interpretó que le pediría un aumento, y esto lo
enojó, ¿cómo pediría un aumento si tan solo llevaba un par de años trabajando
con el… así fue como le dijo, -Joven estoy muy ocupado, no tengo tiempo, ¿no ve
la cantidad de cosas que tengo para hacer? A lo que el joven respondió – solo
me llevará uno minutos y es importante para mí.
A regañadientes el empresario
lo citó para el cierre de la empresa, más o menos a las 6 de la tarde. Ese día
como todos… el hombre termino muy tarde, casi a las 8 de la noche… al salir de
su oficina vio al pequeño muchacho sentado fuera de su oficina y pensó. – Lo
que me falta ahora tener que dar un aumento… El joven lo miró sonrió y dijo,
solo le robare unos minutos. El empresario volvió a abrir la puerta de su
oficina, dejó el sobretodo sobre un sillón y le dijo. - Tengo solo 5 minutos,
así que se breve… el muchacho volvió a sonreír y dijo. - Señor quiero hacerle
un regalo. - el empresario desconfió, nada es gratis en esta vida se dijo para sí
mismo. - De que regalo me hablas… el joven extrajo de su bolsillo una pequeña
bolsa con algo adentro y dijo. - En mi pueblo, de donde yo vengo, existe una
tradición, cuando alguien es importante en nuestras vidas le regalamos una
bolsa como esta con tres piedras, - el empresario seguía desconfiando – cada
una tiene un significado que ya le explicaré, -Pero primero debo decirle porque
lo elegí para este regalo, y porque Ud. es tan importante para mí. Cuando
llegue a la ciudad no conseguía empleo, nadie confiaba en mí, esa mañana cuando
entre en su fábrica, Ud. me miró, me preguntó que sabía hacer y luego de unos
minutos me dio mi primer empleo… yo no lo podía creer había estado en muchos
lugares, pero en todos me decían que no tenía experiencia, y UD confió en mí.
El empresario se acomodó en su sillón y se relajó para seguir escuchando… el
joven continuó, este empleo me permitió ayudar a mi familia económicamente, yo
nunca se lo conté, pero tengo un hermano con serios problemas de salud y los
gastos médicos hacían imposible que pudiéramos costearlos, pero desde que yo
trabajo aquí, y UD me dio esta oportunidad estamos mucho mejor, y mi hermano
menor también. Por lo tanto, UD es muy importante para mí y mi familia. El
empresario a esta altura no sabía que decir… nunca nadie le había dado las
gracias por un empleo, y menos podía imaginarse que era importante para una
familia… pero seguía mirando la pequeña bolsa que estaba sobre la mesa…, el
joven se dio cuenta y dijo. Este es el regalo que yo quiero hacerle, como le
dije en mi pueblo cuando alguien es importante para nosotros le hacemos este
presente, pero más se lo hacemos cuando lo vemos que está muy preocupado, o el
tiempo no le alcanza, o se siente perdido con sus objetivos… esta bolsa
contiene 3 piedras… y cada una tiene una finalidad… Uds. puede elegir la que
quiera según sus gustos… estas piedras normalmente van con nosotros a todos
lados y nos sirven para recordar por que las llevamos… una es para recordarnos
quienes QUEREMOS SER… por ejemplo, a veces queremos ser buenos padres, amar a
nuestros hijos, pasar tiempo con ellos, charlar… pero nuestras obligaciones o
preocupaciones nos hacen olvidar esto que para nosotros es tan valioso, otras
veces queremos ser buenos esposos/as y la rutina nos hace con el tiempo olvidar
este objetivo tan importante que significa no dejar de amar a quien eligió
compartir el resto de sus vidas con nosotros… esta primer piedra es para
recordarnos cada vez que las vemos o las tocamos, quienes QUEREMOS SER… el
empresario escuchaba cada vez más intrigado y no podía creer que ese pequeño
muchacho a quien había dado empleo sin saber nada le estaba dando una lección
de vida…, el muchacho continuó, luego tenemos las otras dos piedras, estas son
para recordarnos algún objetivo que estemos persiguiendo, y en ocasiones nos
desviamos de él… estas son las piedras DEL FOCO, pueden ser utilizadas para un
objetivo personal, o laboral, pero en nuestro pueblo nos enseñan que no debemos
perseguir más de dos objetivos juntos, los ancianos dicen… DONDE ESTÁ TU
ATENCIÓN ESTÁ TU ENERGÍA, por eso nos recomiendan no perseguir más de dos… a
veces nos pasa en la vida que comenzamos muchas cosas y las dejamos a medias,
las piedras DEL FOCO nos recuerdan iniciar y finalizar cada proyecto que
tenemos, y darnos cuenta que no podemos estar en muchas cosas juntas… se
imagina una persona que persigue cien objetivos juntos? El empresario rió y
dijo, -Si me imagino una persona como yo con 100 piedras en el bolsillo…. Ambos
rieron, y el joven continuó… -Así es estaría llevando una carga muy pesada… no
nos pasa eso en ocasiones? El empresario asintió con la cabeza. --Pero lo más
importante es que cuando el objetivo que está asignado a una de las piedras se
cumple, debemos regalar esa piedra a alguien que este persiguiendo algún
objetivo, o se sienta perdido por no tenerlos… es decir esa piedra ya cumplió
con el propósito para nosotros y es bueno que ayude a alguien más a cumplirlo…,
el joven volvió a guardar las piedras en la bolsa y se la entregó al
empresario… este observo la bolsa y le dio las gracias… a lo que el joven le
dijo… Señor la tradición no termina ahí, tengo otra bolsa con tres piedras para
darle a Ud. esta es para que Ud. se la entregue a alguien que crea importante
en su vida y necesite recordarse QUIEN ES, y en qué HACER FOCO, por lo tanto
aquí tiene Ud. su segunda bolsa, el joven se levantó estrecho la mano de su
jefe y se fue…
De camino a su casa el empresario no dejaba de pensar en la
historia que aquel joven le había contado como también en la enseñanza de vida
aprendida… al llegar a su casa no lo dudo ni un momento, saludo a su esposa y
preguntó dónde estaba su hijo, un adolescente de unos 16 años. - su mujer le
respondió – Está en su cuarto como siempre… escuchando música y tirado en la
cama… el empresario subió las escaleras
y golpeo la puerta… Desde adentro una voz apagada respondió… -SIIIII, -Puedo
pasar, pregunto el empresario.- -COMO QUIERAS SE ESCUHO DESDE ADENTRO, abrió la
puerta y entro… su hijo estaba recostado en su cama, con auriculares puestos y
leyendo una revista, el cuarto estaba oscuro, las ventanas cerradas…
Leonel,
necesito decirte algo, dijo el empresario, -QUE PASA, sin ganas respondió su
hijo DE MALA MANERA, y el empresario comenzó a contar lo que le había sucedido
en el trabajo con su joven empleado, le nosotros su bolsa y sus piedras, y al
terminar le dijo. –Hijo quiero regalarte esta segunda bolsa a vos… sé que a
veces discutimos y que no nos ponemos de acuerdo en algunas cosas… pero para mí
ERES MUY IMPORTANTE EN MI VIDA, se también que no te lo digo con frecuencia,
pero es la verdad… el muchacho lo miro, lo abrazo y rompió en llantos mientras
se fundía en un abrazo con su padre, el empresario no podía entender porque su hijo
lloraba desconsoladamente, cuando logro calmarlo le pregunto porque estaba así
y su hijo le pidió que abriera la mesa de luz de su cuarto, al abrir el cajón
vio un arma y un sobre, no entendía nada, su hijo lo miro y le dijo. –Papá
había pensado en quitarme la vida esta noche, sentía que nadie me entendía y
que no era IMPORTANTE PARA NADIE, también estaba muy confundido con muchas
cosas para hacer y no podía concentrarme en ninguna de ellas, hoy sé que soy
importante para vos y voy a asignar a cada piedra un objetivo… GRACIAS… y ambos
se fundieron en un gran abrazo…
Las piedras serán un anclaje, elije las tres que más te
gusten, deben hacer ruido en tu bolsillo, deben acompañarte todo el día, y
debes dejarlas en un lugar visible cuando llegues a casa.
Tus objetivos no se cumplirán por arte de magia, tus
objetivos deben ser recordados todos los días, y cuando los cumplas, solo dale
las gracias a esa roca que te ha acompañado a alcanzarlos.
MCOP José Luis López.