Si tenés un tiempito léelo...
Un problema es una acción no emprendida
Un problema es una acción no emprendida
El tamaño
El mayor obstáculo que muchas personas encuentran a la hora de avanzar hacia sus sueños y objetivos, es el sentirse desbordados por la magnitud de la tarea. En ocasiones se ve tan lejana la consecución de esos logros, que se llega a caer presa de la indecisión, y como consecuencia, de la falta de acción.
Sin embargo, las personas que consiguen grandes resultados han sabido desarrollar una habilidad fundamental. Saben desglosar sus grandes objetivos en una serie de objetivos más manejables e inmediatos. Dividen el gran objetivo en metas a corto plazo, y es allí donde focalizan su atención y acción. Rompen esas grandes tareas en tareas que son claramente manejables, y eso les permite por un lado tener una sensación de avance y logro, y por otra parte evitar la terrible sensación de sentirse abrumados. Es como la famosa historia sobre como comerse un elefante. Solo puedes hacerlo un bocado detrás de otro. Y esa es la labor fundamental: desmenuzar todo gran objetivo en esos “bocados” manejables que seremos capaces de masticar.
Así pues. Divide tus objetivos en metas a corto plazo. Y a continuación, establece la lista de tareas necesarias para lograr esas pequeñas metas. Por último, solo te restará ordenar por importancia y prioridad esas tareas para comenzar a tomar acción con garantías de éxito.
¡Divide, y vencerás!
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Si la estrategia no funciona, cambia
Son muchas las personas que valoran las crisis como una oportunidad que les permitió volver a las prioridades que tenían olvidadas o incluso porque gracias a la crisis cambiaron el rumbo de su vida a mejor.
El mayor obstáculo que muchas personas encuentran a la hora de avanzar hacia sus sueños y objetivos, es el sentirse desbordados por la magnitud de la tarea. En ocasiones se ve tan lejana la consecución de esos logros, que se llega a caer presa de la indecisión, y como consecuencia, de la falta de acción.
Sin embargo, las personas que consiguen grandes resultados han sabido desarrollar una habilidad fundamental. Saben desglosar sus grandes objetivos en una serie de objetivos más manejables e inmediatos. Dividen el gran objetivo en metas a corto plazo, y es allí donde focalizan su atención y acción. Rompen esas grandes tareas en tareas que son claramente manejables, y eso les permite por un lado tener una sensación de avance y logro, y por otra parte evitar la terrible sensación de sentirse abrumados. Es como la famosa historia sobre como comerse un elefante. Solo puedes hacerlo un bocado detrás de otro. Y esa es la labor fundamental: desmenuzar todo gran objetivo en esos “bocados” manejables que seremos capaces de masticar.
Así pues. Divide tus objetivos en metas a corto plazo. Y a continuación, establece la lista de tareas necesarias para lograr esas pequeñas metas. Por último, solo te restará ordenar por importancia y prioridad esas tareas para comenzar a tomar acción con garantías de éxito.
¡Divide, y vencerás!
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Si la estrategia no funciona, cambia
Son muchas las personas que valoran las crisis como una oportunidad que les permitió volver a las prioridades que tenían olvidadas o incluso porque gracias a la crisis cambiaron el rumbo de su vida a mejor.
Otras muchas por cultura o educación tendemos a apreciar y valorar de sobremanera la estabilidad y la seguridad del no cambio. No nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta de que las crisis forman parte de la vida.
Lo que deberíamos es ser capaces de darnos cuenta de que estas crisis son avisos para que nos actualicemos y cambiemos. Podríamos aprovecharlas para introducir cambios que a su vez no podrían tener lugar en otras circunstancias. En ocasiones tenemos la idea de que son necesarios ciertos cambios en nuestra vida, pero hasta que no llega una fuerte crisis no somos capaces de hacerlos.
Por un lado es nuestra propia cultura la que nos hace resistirnos a cambios importantes, pero al mismo tiempo nosotros mismos como seres individuales nos resistimos a esos cambios. Tendemos a acallar esas voces que piden a gritos cambios o modificaciones en nuestra vida.
Cuando hablamos de crisis no nos referimos solamente a crisis económica, puede ser una crisis amorosa, familiar, laboral, de salud, cualquier transición importante de la vida, etc. Las estrategias que utilizamos en cualquiera de estos ámbitos nos servirán hasta un punto o momento concreto, pero si no somos capaces de adaptarnos llegará un punto en el que esas estrategias dejarán de funcionarnos y entonces será cuando entremos en crisis.
Cuando alguien entra en crisis suele tener dos reacciones: o quedarse completamente paralizado por los miedos que le superan o seguir moviéndose hasta encontrar una salida o solución.
La mayoría de las personas tendemos a considerar la crisis como algo negativo, ya que supone enfrentarse a situaciones desconocidas y nuevas que nos resultan incómodas. No nos damos cuenta de que son inevitables y en ocasiones incluso necesarias.
Las crisis pueden ser advertencias:
1. Para que introduzcamos algún cambio en nuestra vida, cambios que en circunstancias normales no introduciríamos.
2. Para volver a ser nosotros mismos. Recuperando lo que es importante y esencial para nosotros.
3. Para reunir fuerzas para introducir cambios significativos.
4. Para que nos volvamos a acercar a personas con las que hemos perdido todo tipo de contacto por un motivo u otro.
5. Para comprender que ha habido cosas que hemos estado haciendo y que se ha demostrado que no funcionaban.
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La determinación
Algunas personas triunfan porque están destinadas a ello,
pero la gran mayoría triunfan porque están DETERMINADAS a ello.
En la consecución de objetivos no basta con estar preparado o dotado para alcanzarlos, sino que existe un factor que en la mayoría de los casos marca la gran diferencia. Y ese factor es la DETERMINACION. Son las personas con una firme determinación para lograr algo las que finalmente lo consiguen.
Grandes dosis de determinación suplen en muchas ocasiones carencias de preparación o de cualidades, ya que cuando alguien está absolutamente determinado a lograr algo, siempre será capaz de encontrar algún camino que le lleve hasta allí. Detrás de todos los grandes éxitos y avances de la humanidad siempre ha estado presente en sus protagonistas una férrea determinación. Es la cualidad que se encarga de alejar la posibilidad de abandonar y tirar la toalla a lo largo del camino.
Convirtiéndote en una persona determinada, son muy pocos los obstáculos que te podrán detener.
Y la determinación siempre va ligada al compromiso. El compromiso firme con tus objetivos. Saber y creer firmemente en tu interior que tus objetivos merecen absolutamente la pena. De esa clase de compromiso nace la auténtica determinación. Y es esa fuerza de propósito la marca distintiva de todos los grandes realizadores.
Si tus sueños merecen la pena, bien valen pagar el precio poniendo en juego toda la determinación que sea necesaria hasta lograrlos.
Buena semana para todos.
MCP José Luis López
KAIROS CONSULTING
pero la gran mayoría triunfan porque están DETERMINADAS a ello.
En la consecución de objetivos no basta con estar preparado o dotado para alcanzarlos, sino que existe un factor que en la mayoría de los casos marca la gran diferencia. Y ese factor es la DETERMINACION. Son las personas con una firme determinación para lograr algo las que finalmente lo consiguen.
Grandes dosis de determinación suplen en muchas ocasiones carencias de preparación o de cualidades, ya que cuando alguien está absolutamente determinado a lograr algo, siempre será capaz de encontrar algún camino que le lleve hasta allí. Detrás de todos los grandes éxitos y avances de la humanidad siempre ha estado presente en sus protagonistas una férrea determinación. Es la cualidad que se encarga de alejar la posibilidad de abandonar y tirar la toalla a lo largo del camino.
Convirtiéndote en una persona determinada, son muy pocos los obstáculos que te podrán detener.
Y la determinación siempre va ligada al compromiso. El compromiso firme con tus objetivos. Saber y creer firmemente en tu interior que tus objetivos merecen absolutamente la pena. De esa clase de compromiso nace la auténtica determinación. Y es esa fuerza de propósito la marca distintiva de todos los grandes realizadores.
Si tus sueños merecen la pena, bien valen pagar el precio poniendo en juego toda la determinación que sea necesaria hasta lograrlos.
Buena semana para todos.
MCP José Luis López
KAIROS CONSULTING
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