viernes, 29 de diciembre de 2017

¿Otro año que se va? ¿Otro año que se viene

Momento de balances, momento de soñar.

                El inevitable paso del tiempo cada 365 días nos hace acordar que ya pasó otro año. Y nos obliga a tomar conciencia de nuestra realidad. Las emociones se muestran a flor de piel. Nos encontramos con todo lo que pasó, con todo lo que fue y lo que no fue. Con lo que podría haber sido y quizás no será jamás….o si. Aparecen promesas para lo que viene, sueños que se reavivan, esperanza de lo que va a venir.
Son los últimos días del año y creemos que no nos podemos olvidar de reflexionar: 

3 claves para despedir el año que se va

Agradece sin importar como te haya dado el balance. Podemos hacer del año que se fue un año perdido o un año nutritivo. Agradecer lo vivido, sin ponerle el título de “bueno” o “malo” nos hace valorar las experiencias. Tener actitud de gratitud te conecta con la grandeza de estar vivos.
Suelta lo que pasó. El punto es  no aferrarse a lo que podría haber sido y no fue. Caminar livianos nos conecta con nuestra paz de aceptar que a cada instante hicimos lo mejor que pudimos con lo que teníamos, ni más ni menos. Soltar no es olvidar. Soltar es hacer la carga más liviana.
Aprende que todo nos puede dejar una enseñanza, si así elegimos hacerlo. No hay balances sin aprendizajes. Qué aprendí de este año que va? Para este año que se viene ya no sos el mismo, sos mucho mejor versión.

3 claves para empezar el año que se viene

Sueña en grande. Tomate tiempo para conectarte con la sensación de lo maravillo que puede ser reavivar tus deseos que quizás se durmieron con la rutina del año que pasó. Es momento de hacer que esa brasa se encienda. Todo sueño es posible si le pones la chispa adecuada.
Planifica para que tus sueños se cumplan. Ordenarte desde el principio nos da la sensación de que vamos a ser capaces de concretar lo que nos propongamos. Fechas y plan. Cuándo y Cómo. No le temas a desafiarte y ser el realizador de tu propio diseño de futuro.
Disfruta el aquí y ahora de cada uno de los días que van a venir. Tu presente construye tu futuro. Para que el pasado no sea un ancla no te olvides que se vienen 365 oportunidades de ser feliz.


Otro año que se viene. Es tiempo de agradecer, soltar, aprender, soñar y  planificar sin olvidarse de disfrutar el aquí y ahora.

Lic. Yamila Martorell
Directora Académica 
Kairos Consulting

MUCHAS FELICIDADES LE DESEA TODO EL EQUIPO DE 
                                             KAIROS CONSULTING

sábado, 16 de diciembre de 2017

Un linda nota para compartir

Una vieja historia zen cuenta que, una mañana, dos monjes caminaban por un campo rumbo a una aldea cercana. Al llegar a la orilla de un río, se encontraron con una mujer hermosa que miraba, desconsolada, la fuerza de la corriente. No se animaba a cruzar sola. Entonces les pidió ayuda.
Los monjes tenían prohibido tener contacto con mujeres. Para sorpresa del aprendiz, el maestro la cargó sobre sus hombros y se adentró con dificultad en el río. Al llegar al otro lado, la muchacha se alejó corriendo sin decir nada. Ellos continuaron su camino.
Cuando ya estaban cerca de la aldea, el más joven se sentía molesto: "Maestro, no puedo seguir callando lo que pienso. ¿Por qué cargó a esa mujer? Rompió las reglas y, además, ella fue muy desagradecida", dijo. El más viejo, que hasta ese momento había permanecido en silencio y concentrado en sus pasos, respondió: "Hace unas horas yo dejé a esa mujer en la orilla; tú, en cambio, todavía la sigues cargando".
Cargamos demasiadas tensiones en los hombros, tenemos demasiada basura en la cabeza.
¿Cuántas veces nuestra mente se queda atrapada en cosas del pasado? ¿Cuántas veces lo que nos dijeron a la mañana en la oficina nos sigue dando vueltas a la noche en la cabeza? Probablemente, incluso, los que nos lastimaron ya olvidaron sus palabras, pero nosotros seguimos aferrados a ellas, indignados, envenenados. Seguimos pensando respuestas no dichas, diálogos que no fueron, reacciones que no tuvimos.
El estrés te provoca efectos que no conocés
¿Y qué nos pasa en el cuerpo? Nos ponemos tensos, nos estresamos y nos llenamos de toxinas. ¿Resolvimos algo? No, pero parece que no podemos escaparnos de esa telaraña hecha de tiempo y angustia.
No pasa una vez. Pasa mucho más seguido de lo que parece. A la mente le encanta quedarse enredada en estas situaciones. Cargamos demasiadas tensiones en los hombros, tenemos demasiada basura en la cabeza.
El estrés surge de que no somos conscientes. No estamos presentes en nuestra propia vida. Y cuando no estamos presentes, cualquiera puede entrar.
Una mente liviana y aguda
Observarnos es una forma de evitar quedar enganchados en el pasado. Nuestra mente es muy poderosa, pero requiere de atención. Así como no dejamos que la basura se acumule en casa, tenemos que sacar la basura de nuestra mente. Y esto es importante: no importa cuánta razón creamos que tenemos. Lo que no nos sirve, tiene que estar afuera.
Según algunas filosofías orientales, la mente es clave para determinar la forma en que interpretamos la realidad y actuamos después. Si la mente está perturbada, nuestra visión de los hechos va a ser confusa y vamos a actuar desde la irritación o el enojo. Si la mente está calmada y enfocada, nos vamos a desenvolver de una manera más paciente y acorde a cómo son las cosas.
Volver al presente implica estar más enfocados, allí nuestra mente se vuelve liviana y aguda.
Pero, ¿cómo aquietar la mente? Aquí aparece un problema: la mente no puede controlarse con la mente. La comprensión intelectual no alcanza. Existe, sin embargo, una herramienta muy eficaz: la respiración. Todos sabemos que necesitamos respirar para vivir, pero esa acción mecánica puede transformarse en un refugio. Inhalando y exhalando conscientemente durante unos minutos, cortamos la cadena de pensamientos y regresamos al presente.
Así reacciona el cerebro cuando respiramos profundo
Volver al presente implica estar más enfocados, allí nuestra mente se vuelve liviana y aguda y los problemas adquieren su verdadera dimensión, se vuelven menos pesados.
Lo importante es empezar a darse cuenta y a tomar consciencia. Nosotros elegimos si seguir con esa mochila que nos hace vivir condicionados o dejar de lado tanta carga innecesaria.

KAIROS CONSULTING